Sostenibilidad
- Sin plástico de un solo uso
- Fuentes de agua para recargar en todo el hotel
- Uso de productos orgánicos y de origen local.
- Productos de limpieza antibacterianos naturales
- Tecnología de regulación de agua y electricidad en todas las habitaciones.
- Prácticas de jardinería restaurativa y orgánica.
- Los residuos orgánicos se compostan y se utilizan como fertilizante.
- Tecnología de tratamiento de agua
Experimente la combinación perfecta de lujo y sostenibilidad dentro de nuestro oasis de patrimonio cultural. Estamos comprometidos con el bienestar y la preservación de nuestro medio ambiente, así como con el bienestar de nuestros colaboradores y huéspedes a través de las siguientes iniciativas:
Nuestro ethos
En Maison Dalabua, tenemos un rico patrimonio familiar que estamos comprometidos a preservar. Nuestra propiedad ha estado en nuestra familia por generaciones, y estamos comprometidos con el bienestar y la preservación de nuestro medio ambiente, así como con el bienestar de los miembros de nuestro equipo y huéspedes.
Obtenga más información sobre nuestro rico patrimonio y compromiso con la sostenibilidad en Maison Dalabua
La propiedad en la que se encuentran Maison Dalabua y Manda de Laos ha estado en mi familia durante generaciones.
Mi madre, Phiew, nació en 1930 en Luang Prabang, la mayor de tres hijos. Su madre tenía una pequeña tienda donde vendía artículos para el hogar y su padre trabajaba en el Palacio Real, donde se encargaba de organizar ceremonias de Baci en ocasión de nacimientos reales y otras formalidades. También trabajaba como orfebre.
Al igual que todas las jóvenes de Luang Prabang en aquel tiempo, Maman Phiew aprendió a cocinar platos tradicionales laosianos de su madre. Cuando se casó con mi padre, tuvieron 10 hijos, incluyendo 5 niñas, a quienes transmitió este conocimiento y su amor por la cocina.
La vida diaria de Maman Phiew se dedicaba a cuidar de su familia y su pequeño negocio, y siempre se centraba en el bienestar de sus hijos, especialmente en sus comidas, las cuales requerían gran atención. En los días antes de la comida rápida y de comer fuera, platos tradicionales como el Laap requerían un día entero de preparación sin dejar nada al azar ni al instinto.